Es sabido que la composición de canciones de The Beatles recayó básicamente en Jhon y Paul, y que George Harrison tuvo dificultades para que le dejaran incluir un par de canciones en cada disco.
Esta referencia da a entender que Harrison se sometía usualmente a los criterios de sus dos compañeros de banda… hasta un día.
Un elemento sobre esta relación la aportó Geoff Emerick, ingeniero de sonido y productor discográfico que trabajó en Revolver (1966), Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967) y Abbey Road (1969).
Emerick dijo al diario birtánico Express que la primera vez que vió a Harrison imponerse, e incluso darle instrucciones a Paul MacCartney, fué durante la grabación de la icónica “Something” en mayo de 1969.
Según esta versión, cuando llegó el momento de grabar la canción, Harrison dejó muy claro que ese era su proyecto e impidió a Paul tomar la iniciativa.
Emerick recuerda:
«Paul comenzó a tocar una línea de bajo que era un poco elaborada.Y George le dijo: ‘No, lo quiero sencillo’. Paul obedeció».
Según Emerick no hubo un verdadero «desacuerdo» pero la posición de Harrison fue significativa.
«¿George diciéndole a Paul cómo tocar el bajo? ¡Impensable!», pero, en su opinión, la canción era tan poderosa que el resto de la banda sabía que iba a ser un gran éxito, como así fúe.
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En una sola toma
En opinión de Emerick la canción es relevante no solo por la destreza de composición de Harrison, sino también porque en ella «George también alcanzó su mejor marca personal como guitarrista».
Sobre ello recordó que George grabó el primer solo de guitarra, pero unos días después quiso rehacerlo.
Sin embargo, en ese momento solo les quedaba una pista, que estaba destinada a las sobregrabaciones orquestales.
Pero George volvió a imponerse y decidió grabar el nuevo solo en vivo con la orquesta.
“Era una apuesta, pero lo hizo en una sola toma, y fue hermoso», recordó Emerick.
Al final, Harrison demostró que sus composiciones estaban a la altura de las de sus dos amigos y no solo con “Something”, sino con piezas clásicas como «While My Guitar Gently Weeps» y «Here Comes the Sun».