La revista Billboard definió el Mahraganat como algo similar a “una fiesta al borde las ruinas”.
Y parece una definición muy ajustada cuando se escucha esta música callejera egipcia nacida en el Cairo a principios del milenio actual.
Pero no se confunda. Más allá de sintetizadores, electrónica disonante e influencia de tendencias urbanas como rap y electromúsica, el sonido ancestral del medio oriente es la marca distintiva.
Esta música, que en árabe significa “festivales” y también es conocida como “electro chaabi”.
Tuvo un auge impresionante luego de los acontecimientos que llevaron al derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011.
Para algunos es, como el rap, expresión de los sectores de la sociedad más abandonados.
Mahraganat, un bricolaje distorsionado
Sobre su esencia es bueno acercarse al concepto de algunos de sus representantes.
Entrevistado telefónicamente por Billboard 3Phaz, un misterioso productor que aparece en las fotos oculto tras una capucha, expresó:
«Fui expuesto a él (mahraganat) en las calles, como la mayoría de nosotros».
“Me gustó la repetición extrema. Me gustó que realmente sonara a bricolaje, muy distorsionado.
Realmente no les importaba la mezcla y el dominio de las pistas, solo querían hacerlo lo más ruidoso y ruidoso posible».
Más peligroso que el coronavirus
Sus letras provocadoras, incluso con referencias al hachís, provocaron una ola de rechazo que llegó incluso a la censura en Egipto.
El sindicato de músicos egipcio prohibió el mahraganat en hoteles y centros de entretenimiento.
El portavoz del parlamento egipcio Salah Hasaballah declaró que se trata de un virus que se clasifica falsamente como arte.
Es «más peligroso que el coronavirus para la sociedad egipcia y todas las sociedades árabes», afirmó en una entrevista televisada.
Para el funcionario ese tipo de música contribuye al declive moral de Egipto. Los argumentos son que la letra, dicen, promueve las drogas, la violencia y la promiscuidad.
¿Crítica o censura?
Pero la prohibición tiene una influencia relativa. Los creadores de esta música siguen recibiendo miles de visitas en Youtube y otras opciones de música en la Nube.
100Copies, el sello especializado en mahraganat, firmó un acuerdo con Sony Music Entertainment en el Medio Oriente.
Y si el coronavirus lo permite otro de sus principales lanzas, Hamo Bika, debe presentarse en abril en Orlando, Florida y Jersey, New York.
Quienes defiende el mahraganat consideran que las prohibiciones son parte de una política de censura del actual gobierno egipcio.
Al respecto alude también a otras decisiones como la omisión en telenovelas de escenas consideradas inmorales.
Por lo pronto esta música callejera sigue viva y amplía sus seguidores en otras partes del mundo.
Para los oídos occidentales puede resultar atrayente por lo exótico.
¿Y el idioma? Bueno, se sabe que los tambores y los sintetizadores tienen un idioma universal.
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