¿Puede una banda de rock ser tan buena que se le confunda con The Beatles y pasar a la historia prácticamente olvidada?
Pues sí. Y se llamó Klaatu, el nombre de un personaje del filme de ciencia ficción de 1951 The Day the Earth Stood Still (que tuvo un remake en 2008).
Esta historia tuvo su punto descollante en 1976, cuando una banda desconocida lanzó el álbum 3:47 EST., que en Estados Unidos se llamó simplemente Klaatu.
El detonante fue un artículo firmado por Steve Smith que apareció en The Providence Journal de Rhode Island, que atribuyó la autoría del disco a los Beatles, separados unos años antes.

La hipótesis se basaba en la similitud de la música con los últimos trabajos de la banda de los Fab 4, el parecido de algunas voces a las de Paul y John, el trabajo de la guitarra y los coros.
Ello estaba sustentado en que el disco no daba información de los integrantes del grupo, ni fotos ni aparecían los nombres de los autores de las canciones.
Una de las teorías que más se divulgaron es que se trataba de unas pistas grabadas por los Beatles en 1966 como parte de un proyecto que seguiría a “Revolver”, que estuvieron perdidas hasta 1975.
Como la banda ya estaba separada se decidió, según esa versión, lanzar el disco de forma anónima, solo identificado como Klaatu.

Todos éramos grandes fans de los Beatles
Otras pistas eran que en 1974 Ringo Starr había lanzado Goodnight Vienna, un disco que promocionó con un caracterización de Klaatu y en la portada del álbum 3:47 EST aparecía un sol, como una alusión a «Here Comes The Sun», de George Harrison.
La especulación continuó durante 2 álbumes más, hasta que en 1980 se dio a conocer la identidad de los músicos, que no resultaron ser John, Paul, George y Ringo, sino los canadienses John Woloschuk, Dee Long y Terry Draper.
La versión más simple indica que los canadienses intentaron triunfar en el mundo del rock con un poco de misterio y por ello no incluyeron información, fotos, ni datos de los autores de las canciones.
La teoría conspirativa de Steve Smith se unió a la añoranza por la imperecedera música de los cuatro muchachos de Liverpool para alentar el sueño de su regreso,

En su defensa, en 2013, el baterista Terry Draper explicó que cuando comenzó, el rumor los tomó por sorpresa y les hizo gracia pero no pensaron mucho en eso: “Todos éramos grandes fans de los Beatles”.
Pero, según la opinión del guitarrista Dee Long, el rumor les hizo tanto daño como bien: “Nos hizo notar, lo cual fue genial, pero también llevó a una situación en la que nunca pudimos estar a la altura de las expectativas”.
En fin, una historia inusual del rock… pero también triste de alguna manera.